domingo, 8 de noviembre de 2015

Carlos Morzilli: creador de la primera pintura antigraffiti del país


Carlos Morzilli: creador de la primera pintura antigraffiti del país 
#DetrasDeEscenaDeLaCiencia


lunes, 2 de noviembre de 2015

El CONICET y la Fundación YPF financiarán proyectos para la industria energética


El Dr. Salvarezza y la Lic. Oberti en la firma del convenio. Foto: CONICET Fotografía.

La convocatoria se abrirá para el período 2016-2017

El presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Dr. Roberto Carlos Salvarezza, y la directora de la Fundación YPF (FYPF), Lic. Silvina Oberti, firmaron un convenio para la convocatoria, identificación, gestión y financiamiento conjunto de Proyectos de Investigación Orientados (PIO), y Becas Internas Postdoctorales, en el área de la industria energética.

El objetivo prioritario de los programas de investigación de FYPF-CONICET apunta a la promoción de un tipo de investigación centrado en problemas o necesidades para la industria de la energía en diálogo con la comunidad científica.

Los proyectos y las becas están centradas en cuatro áreas estratégicas: energías no renovables, energías renovables, ambiente, y temas sociales vinculados con la industria.

Al respecto, el Dr. Salvarezza explicó que:

“Esta es la tercera convocatoria.

Las dos anteriores despertaron un gran interés en la comunidad científica de manera tal que hoy hay alrededor de 200 investigadores participando, más de 40 becarios entre doctorales y postdoctorales, y hay 17 proyectos en ejecución.

Estas actividades tienden a fortalecer todo lo referente al conocimiento, ya sea ciencias sociales, como lo que se refiere a aspectos técnicos en la explotación de hidrocarburos y recursos no convencionales”.

Por su parte, Santiago Bellomo, gerente de educación de FYPF, sostuvo que:

“En conjunto, entre las tres convocatorias, el CONICET y la Fundación YPF van a estar invirtiendo alrededor de 27 millones de pesos para investigación.

Eso marca la importancia para ambas instituciones en este tipo de iniciativas, que también pretende ser una señal para la comunidad científica”.

Los convenios PIO son parte de una política del CONICET para llevar adelante una activa vinculación con diversos organismos y agentes de gestión pública y privada, que comparten el interés y la responsabilidad de impulsar soluciones concretas en diferentes áreas estratégicas para el país.

Conicet


viernes, 23 de octubre de 2015

Lino Barañao: "Filmus tendrá que mantener el Ministerio de Tecnología en este ritmo, no hay margen de tolerancia"

El doctor Lino Barañao

El doctor Lino Barañao.Foto:Ministerio de Ciencia y Tecnología

El titular de la cartera que creó Cristina Kirchner se había propuesto para continuar en el cargo si ganara el FPV pero Scioli adelantó que designará al titular de la secretaría de Malvinas

Este año ocurrirá la primera sucesión en la cabeza del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Creado en 2007 por Cristina Kirchner, siempre estuvo liderado por Lino Barañao, doctor en Ciencias Químicas, que logró mantenerse en los últimos años ajeno a las disputas políticas. Considerado un "cuadro técnico",

Barañao quería continuar como ministro partir del 10 de diciembre y se había puesto a disposición de Daniel Scioli, pero el candidato del FPV ya anunció que -si gana- designará al frente de la cartera a Daniel Filmus, hoy a cargo de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Malvinas.

Barañao, fiel al perfil que mantuvo durante su gestión, se mostró reacio a opinar sobre los motivos de Scioli para reemplazarlo.

En el diálogo con LA NACION, también evitó hablar sobre la reacción de la presidenta sobre la decisión de su delfín.

Sólo brindó una definición: el equipo que lideró durante los últimos ocho años -y que él mismo seleccionó- debe continuar.

¿Le gustaría continuar como ministro de Ciencia y Tecnología?

Uno no podría negarse, negarse significaría decir que uno no está de acuerdo con el partido.

Yo dije que sí, que podía, si lo requerían podía seguir, pero me parece muy sano que haya renovación de gente.

Ocho años a cargo de una cartera es un período largo.

Yo suelo cambiar de actividad cada diez, o sea que estoy excedido dos años.

Lo que sí me preocupaba, y es el motivo por el que dije que eventualmente estaría dispuesto a continuar, es para conservar el grupo humano que está acá adentro, que fue seleccionado por mí y con el que tengo una relación.

Es como que uno deja una familia expuesta.

Por eso dije que si alguien juzga que hay que hacerlo, seguiría.

Pero no pensaba seguir cuatro años, porque no quería jubilarme como ministro.

¿Cuál fue su principal logro como ministro de Ciencia y Tecnología?

El logro más importante es tal vez el menos visible, la tarea de casting, de elección de un grupo humano que fue la clave del éxito de estos años.

El departamento contable, el legal, los directores de fondos de los proyectos, que no han tenido ninguna queja ni problemas legales en ocho años.

Este es el logro que más me preocupa conservar.

¿Cree que Filmus respetará este deseo?

Yo esperaría que sí.

Si esto se destruye se frena el tren que pusimos en marcha todos estos años con el impulso que nos dio la Presidenta, con libertad.

Ahora es un tren con muchos vagones y quien se suma tiene la responsabilidad de mantenerlo en este ritmo.

No hay el margen de tolerancia que tuve cuando recién empezamos.

Hay una expectativa muy grande por lo que ocurre.

No sólo por los investigadores, que han visto mejoradas sus condiciones como nunca en la historia de la Argentina, en salario, en reconocimiento, sino también por el sector productivo.

¿Habló con Filmus sobre este tema?

Nos reunimos y Daniel me transmitió la intención de coordinar las tareas.

Obviamente hay mucho acumulado y es impensable que un nuevo staff pueda mantener el funcionamiento empezando desde cero.

Habrá que hacer una transición ordenada.

Hay proyectos de cooperación internacional que tienen hitos que deben ser cumplidos porque hay penalidades.

Calculo que ni bien se confirme, como espero, el triunfo en primera vuelta del candidato Daniel Scioli, ya empezaremos a trabajar en lo concreto, tomando contacto con los equipos y presentando los proyectos en marcha.

¿Habló con la Presidenta tras conocer la decisión de Scioli?

Aún no, pero calculo que si hablo con la Presidenta será para agradecerle el apoyo de estos años.

No corresponde a la Presidenta decidir sobre mi futuro.

No tengo más que palabras de agradecimiento.

¿Cree que hubiera querido que continúe?

No sabría decirlo.

Sé que está conforme con lo que hemos hecho.

Ha sido un placer trabajar estos años con ella, no sólo por su altura intelectual sino por la curiosidad que manifestó por los temas científicos.

Fui afortunado por tener un apoyo total al armar un ministerio desde cero, sin condicionamientos.

Filmus no proviene de las ciencias exactas. ¿Este será un factor limitante?

No necesariamente. Filmus fue ministro de Educación y Ciencia y Tecnología.

Yo empecé mi gestión porque él me eligió.

Este proyecto empezó en 2003, el Ministerio no se creó de la nada.

Además fue él quien me recomendó como potencial ministro ante la Presidenta.

Está consustanciado con esta misión.

Viene de otra ciencia, que no son las ciencias duras, pero las ciencias sociales tienen un papel importante en estos procesos, para interactuar con grupos sociales que han estado relegados.

¿Habló con los investigadores sobre el cambio de liderazgo?

Sí, hay muchos investigadores que plantearon su preocupación.

Pero Filmus representa la continuidad de este proyecto.

Ya hablamos y me comprometí a colaborar para que esto continúe.

Esto debería seguir funcionando con el ritmo que hasta ahora.

Tenemos que tratar de transmitir esta confianza a los investigadores.

¿Cuáles son sus planes para el próximo año?


Tomarme las vacaciones que no me he tomado en 12 años.

Ser ministro ha sido muy desgastante.

Quiero reponer mis energías y pensar qué voy a hacer.

Pero seguramente tenga que ver con la política científica, con la experiencia acumulada en este tiempo.

En la universidad pública organizo una iniciativa que me motiva, el Centro Latinoamericano de Formación Interdisciplinaria.

También tengo ofertas de organismos internacionales de crédito para asesorar a otros países sobre cómo estructurar un ministerio de ciencia.

¿Descarta seguir en el Estado?

No está descartado seguir en otro rol, simplemente se verá después del 10 de diciembre.

Yo siempre trabajé para el Estado, desde chico me enseñaron a valorar el rol del Estado como garante del acceso a la educación.


Brenda Struminger
LA NACION



sábado, 26 de septiembre de 2015

Varotto recibió la Mención de Honor Sarmiento del Senado


"Este país me dio todas las oportunidades y tengo la obligación de trabajar para que otros las tengan", dijo el artífice del crecimiento aeroespacial argentino, Conrado Varotto, al recibir la Mención de Honor senador Domingo Faustino Sarmiento por su aporte al desarrollo tecnológico y científico.
La actividad, que se desarrolló en el Salón Illia del Senado de la Nación, contó con la presencia de los senadores Cristina Fiore Viñuales (que fue quien lo postuló), Juan Manuel Abal Medina y Rodolfo Urtubey, así como autoridades e investigadores de la CONAE, CNEA, INVAP, INTI, INTA y el Instituto Balseiro, que mostraron su aprecio profesional y personal por Varotto durante y después de la ceremonia.

Al recibir la distinción, el artífice del crecimiento aeroespacial de la Argentina, fundador del INVAP, que desarrolla tecnología argentina para el mundo y actual presidente de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, describió, desde su sencillez, su niñez en Italia y cómo en plena Segunda Guerra Mundial sus padres eligieron a Argentina con el afán de venir a una tierra en donde sus hijos tuvieran la oportunidad de estudiar. 
“Ellos tuvieron una idea clarísima y era que este era un país de oportunidades”, dijo Conrado Varotto.

Durante el acto la senadora Fiore rescató que la entrega de la Mención de Honor es la manera que tiene el Senado de “agradecerle el  trabajo incansable y fructífero que ha desarrollado en el ámbito de la ciencia y tecnología este argentino nacido en Italia”. 
Por su parte, el senador Juan Manuel Abal Medina rescató la figura de Varotto como aquella personalidad que aún en épocas de crisis, sostuvo los proyectos que implicaban un desarrollo de país.

 La Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento se otorga a personas o entidades del quehacer cultural, deportivo, profesional y académico, en reconocimiento a su obra emprendedora  destinada a mejorar la calidad de vida de sus semejantes, de las instituciones y de sus comunidades.

El doctor Varotto estudió en Argentina y se doctoró en el Instituto Balseiro, fue becado por el Conicet y se perfeccionó en la Universidad de Stanford.

Luego de su formación en el exterior es designado coordinador del programa de investigación aplicada del Centro Atómico Bariloche de la Comisión Nacional de Energía Atómica. 
A partir de las actividades del programa de investigación aplicada, Varotto concibe la idea de crear una empresa de tecnología, inspirada en las empresas que se estaban creando en Silicon Valley. 
Así  impulsa el nacimiento en 1976 de la empresa INVAP en Bariloche, donde es designado gerente general y técnico desde 1976 hasta 1991.

Desde el INVAP promueve varios proyectos en el área nuclear, como también en temas relacionados con la electrónica, desarrollo de materiales, industria metalúrgica y minera. 
Actuó como director del proyecto de desarrollo de la tecnología de enriquecimiento de uranio, cuya planta industrial fue construida por INVAP en Pilcaniyeu.

Actualmente se desempeña como director ejecutivo y técnico de la  Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), desde donde ha impulsado el programa espacial argentino desde el año 1994. 
Desde esa fecha hasta el presente se han puesto en órbita cuatro satélites construidos para la observación de la tierra.

Además de numerosas distinciones, Varotto ha recibido el premio Konex de Platino 1993 en física y tecnologías nucleares, siendo además jurado en esta distinción en el año 2003, en el rubro ciencia y tecnología.



martes, 5 de mayo de 2015

TECtv estrena “Amanda, el día que Einstein vivió en La Plata”

TECtv estrena “Amanda, el día que Einstein vivió en La Plata”

Ficción argentina que recrea la visita de Einstein a nuestro país en el año 1925 y el posible atentado en el cual se vio envuelto.

El jueves 14 de mayo a las 21 h se emitirá por la señal televisiva del Ministerio de Ciencia, la película que relata la visita del físico Albert Einstein a nuestro país.

El canal de la ciencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva estrena el jueves 14 de mayo a las 21 h la película argentina “Amanda, el día que Einstein vivió en La Plata”.

La misma cuenta la historia del premio Nobel de física Albert Einstein, quien en 1925 arriba a nuestro país debido al creciente antisemitismo en Europa.

Su estadía no pasará inadvertida para aquellos que se sienten amenazados con su presencia e ideas revolucionarias.

Amanda, una empleada doméstica de la aristocracia de la ciudad de La Plata, advertirá al ilustre visitante de un posible atentado.

“Es importante una producción de estas características en coproducción con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Trabajar en ficción de calidad es un desafío que tenemos desde TECtv y hacerlo sobre temas científicos es un camino nuevo que queremos seguir explorando”, explicó Mariana Loterszpil, responsable del canal de la ciencia.

La película se repetirá el viernes 15 a las 17 h, el sábado 16 a las 22 h y el lunes 18 de mayo a las 12.30 h y podrá verse en la web del canal www.tectv.gob.ar y en la señal 22.5 de la Televisión Digital Abierta (TDA).

TECtv surge con la misión de utilizar la potencia de los medios audiovisuales para fomentar, sobre todo en los jóvenes, el interés por el conocimiento científico.

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Afiche de la película, producida por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la Universidad Nacional de La Plata.

Además se propone dar visibilidad a casos exitosos de incorporación de tecnología en pequeñas y medianas empresas nacionales, con el objetivo de incentivar las innovaciones tecnológicas desarrolladas en el país.

El Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación busca profundizar el acercamiento de la ciencia y la innovación a la sociedad con el propósito de contribuir a la apropiación social del conocimiento.

Asimismo, el Programa se propone estimular las vocaciones científicas y tecnológicas en los jóvenes, promover la cultura científica y contribuir a la comprensión de la importancia de la investigación y de sus resultados para el desarrollo de la sociedad a través de la ejecución de acciones como la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, el Concurso Nacional de Innovaciones – INNOVAR, el Premio Distinción Investigador/a de la Nación y Red de Clubes de Ciencia, entre otras iniciativas.

Prensa Mincyt



viernes, 10 de abril de 2015

Dia del Investigador Cientifico - - Hacer ciencia: una pasión que no se extingue, desde Houssay hasta nuestros días

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Hacer ciencia: una pasión que no se extingue, desde Houssay hasta nuestros días

La rutina de cuatro investigadores asistentes del CONICET que se desempeñan con entrega en las cuatro grandes áreas de conocimiento.

El diccionario define a la pasión como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto.

Y aunque no esté como requisito para ingresar en la Carrera del Investigador Científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

(CONICET), la pasión es una de las características que mejor describe a la mayoría de los miembros del organismo.

En su profesión, ellos pasan más de ocho horas diarias en el laboratorio sin chistar, relegan vida social, amigos, familia y llegan a trabajar, con gusto, los fines de semana.

En el Día del Investigador Científico, que se celebra hoy en conmemoración a que 128 años atrás nacía el científico más destacado de nuestro país, Bernardo Houssay, primer Premio Nobel de América Latina y creador del Consejo, cuatro investigadores asistentes –uno por cada gran área temática: ciencias agrarias, ingeniería y de materiales, ciencias biológicas y de la salud, ciencias exactas y naturales y  ciencias sociales y humanidades- cuentan cómo es dar los primeros pasos en el escalafón inicial de la carrera científica.

Ellos, una vez avanzada su experiencia y trayectoria, irán subiendo escalones: pasarán a ser investigadores adjuntos, luego independientes, principales, y por último, superiores.

“Para una voluntad firme, nada es imposible, no hay fácil ni difícil –decía Houssay-; fácil es lo que ya sabemos hacer, difícil, lo que aún no hemos aprendido a hacer bien”.

Las historias de vida recopiladas a continuación dan muestras sobradas de ese afán de superación que evocaba Houssay: de cómo la pasión por lo que se hace permite trascender todos los obstáculos.

Estudiar el tiempo sin tiempo

A los siete años, Luciano Marpegán tenía muy claro que quería ser biólogo.

Pero cuando tuvo la edad suficiente como para ingresar a la facultad, se enteró de una mala noticia: la Carrera del Investigador Científico, por ese entonces -1993- estaba cerrada.

En 1997, cuando estaba en tercer año de su licenciatura, entró a trabajar al laboratorio del Dr. Diego Golombek.

Su tema de tesis se desarrolló dentro del área de las neurociencias, sobre cómo el reloj biológico se relaciona con el sistema inmune.

Tiempo después, cuando en 1994 el entonces ministro de economía Domingo Cavallo mandó a los científicos a lavar los platos, Marpegán decidió hacer una beca en Estados Unidos.

Estuvo trabajando afuera desde 2005 hasta 2011.

No tenía expectativas de volver, hasta que “ocurrió una transformación tan increíble en el sistema científico –el achicamiento de la brecha tecnológica con los laboratorios del exterior, la ampliación de los recursos económicos- que sentí que era la oportunidad de retornar al país a hacer lo que me gustaba y devolver un poco de todo lo que había recibido en mi formación”, asegura.

Desde entonces, trabaja permanentemente “con un concepto tan extraño como ´el tiempo´, totalmente ubicuo porque tengo proyectos en levaduras salvajes, en ratones y en humanos, y que en la experimentación me obliga a usar desde técnicas moleculares hasta dispositivos inventados por mí para medir comportamiento.

Es un campo muy amplio y creativo”.

¿Qué cosas son las más fáciles y cuáles las más difíciles de haber ingresado a la Carrera del Investigador?

Lo mejor: la parte creativa. “Identificar problemas y diseñar experimentos para resolverlos es un poco como jugar permanentemente a resolver rompecabezas”, dice Marpegán.

La Carrera del Investigador le dio estabilidad laboral, y también “claridad del proyecto de crecimiento profesional”.

Así lo explica: “Esto no es como otros trabajos donde lo más importante es cómo te llevas con tu jefe, si cumplís con el horario o cómo vas vestido.

Si tenés resultados y son buenos entonces todo sigue hacia adelante, es todo lo que importa.

Mis tiempos y horarios dependen del diseño de mis experimentos y no de un reloj que marco de 9 a 17”.

Marpegán es de esos investigadores que llegan tarde al laboratorio y también se van tarde.

No tiene una rutina preestablecida: cada semana de trabajo es diferente.

Entre la investigación, el diseño de equipamiento, lectura, pedido de subsidios, trámites y reuniones, dedica más de ocho horas diarias al trabajo en seis días a la semana.

“Pero como se disfrutan no se sienten tantas”, admite.

Justamente esa es su mayor dificultad:

“Que en muchos períodos se trabaja muy intenso, muchas horas por día, feriados y fines de semana”.

Para Marpegán fue y sigue siendo difícil no llevar el trabajo a casa, porque cuando tiene que resolver una pregunta o una técnica que no está funcionando no puede sacarse el tema de la cabeza.

“Está ahí, taladrándome el cerebro permanentemente, hasta que lo resuelvo”.

Ser investigador asistente, para él, es una forma de ver el mundo que lo rodea, cuestionar absolutamente todo y hacer el ejercicio permanente de mostrarse a sí mismo que está equivocado.

“En esta carrera, sobre todo, hay que saber manejar muy bien la frustración”, dice.

¿Por qué? “Porque los investigadores pasamos mucho tiempo con experimentos que no funcionan por cuestiones técnicas.

Aunque por suerte, cada tanto, un experimento te da una respuesta a tu pregunta, y entonces se abre una ventana que te muestra un poco más acerca de cómo funcionan el cuerpo y la mente –asegura-.

Entonces, es la gloria: te llenas de satisfacción, y sobre todo de muchas más preguntas”.

El privilegio de ver las estrellas

María Paz Agüero es astrónoma y estudia la cinemática de galaxias espirales cercanas.

Su objetivo es estudiar su estructura global y poder inferir relaciones de escala entre la materia visible y la materia oscura que las componen.

Pero aunque parezca increíble, ella no era de las niñas que miraban al cielo y quería estudiar lo que veía.

No: ella quería ser médica. Aunque le gustaba más el trabajo de observación y no tan práctico.

Por eso, finalmente, se inclinó por la astronomía: porque podría dedicarse a investigar.

El paso siguiente y natural, una vez recibida, fue presentarse a CONICET.

“Era el lugar ideal: me permitía realizar investigación a tiempo completo”.

¿Qué cosas le resultaron más fáciles y más difíciles de ingresar a la carrera?

“Algo atípico, que por lo menos se da en mi caso –dice ella- es que no tenemos una rutina de trabajo, lo cual en algunos casos puede ser bueno y en otros malo.

Muchas veces debemos trabajar fin de semana o feriado y hasta altas horas de la noche.

Más aún cuando estamos en el último estadío de publicar algún resultado científico importante”.

Entonces, para la investigadora, lo más difícil es que la familia entienda que no existe una rutina “y a veces debemos trabajar en momentos poco oportunos.

Pero poder vivir de lo que a uno le gusta –aclara-, no tiene precio”.

Cuando se le pregunta por la cantidad de horas que le dedica a la investigación, Agüero señala:

“Es muy variable, pero todos los que nos dedicamos a esto queremos dedicarle el mayor tiempo posible”.

Para ella, ser investigadora asistente es “entrenarse para pensar diferente y pensar en cosas que la mayoría no tiene tiempo de pensar –dice y concluye-.

Creo que, en ese sentido, soy una privilegiada”.

Saberes heredados

¿Puede un factor relativo a la familia ser reconocido como la causa de los padecimientos neuróticos de una persona?

Ese enunciado, uno de los legados del psicoanálisis, fue el disparador para que Mauro Vallejo, doctor en Psicología, se dedique a investigar el modo en que el discurso médico del siglo XIX construyó un saber sobre la herencia.

“Partí del supuesto de que esa convicción de Freud era una deuda con el saber médico del siglo XIX, y mi cometido fue trazar esa genealogía”, explica el joven investigador, que ingresó a Carrera a mediados del 2014, después de realizar su beca doctoral, que obtuvo en 2006.

“Para mí CONICET fue una opción más que atractiva.

Me permitió una dedicación exclusiva a las tareas de la tesis, y también avizorar una potencial continuidad en el área de la investigación”, señala.

Desde que se inició en la investigación, Mauro supo que quería permanecer en esa senda.

“Nunca tuve una crisis vocacional al respecto”.

Se considera “un afortunado”, porque pudo ingresar a Carrera la primera vez que se postuló.

Cuando se presentó pensó que su tema de investigación, más orientado hacia la historia de la neurosis, le podría jugar en contra. Pero se equivocó.

Su rutina laboral es la de un verdadero ratón de biblioteca: consulta diarios, revistas científicas, tesis y libros, lee y estudia esos materiales, y luego, en su casa, una biblioteca o algún bar, se sienta a redactar los resultados.

Trabaja sin horarios, inclusive los fines de semana.

“No me molesta porque es una actividad que hago con pasión y entusiasmo.

Más aún, siempre hay un margen para la innovación, la creatividad, y por ende es una labor que puede escapar constantemente de la monotonía.

Hay otros aspectos que también son atractivos, como la estabilidad laboral o la posibilidad de mantener contactos con personas de otros lugares que también se interesan en temáticas afines”, describe.

Para él, ser investigador asistente en Ciencias Sociales es generar conocimiento novedoso, original y útil para otros.

“Un investigador, para mí, es alguien que está al menos anoticiado de la posibilidad y los réditos de ese flujo del saber, y que por ende más que batallar por mantener encauzado ese flujo dentro de los márgenes prefijados, se esfuerza por alentar desbordes”.

Madre e investigadora full time

Cuando la ingeniera química Érica Baumler se recibió, buscó trabajo en muchos lugares sin éxito.

Hasta que se le ocurrió orientarse hacia la investigación.

Se postuló en CONICET y obtuvo una beca de doctorado para estudiar la cinética de la extracción de aceites vegetales y sus compuestos minoritarios.

En el desarrollo de la tesis trabajó analizado el proceso de extracción de trigliceridos y de compuestos minoritarios -ceras, tocoferoles, fosfolípidos- de collets de girasol.

Al doctorado le siguió el postdoc, en el que analizó qué solventes alternativos podían ser utilizados en la extracción del aceite.

Un buen día, visitó la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI-CONICET) de Bahía Blanca, y sintió atracción por los temas que allí desarrollaba un grupo de Ingeniería de Alimentos.

Y decidió insertarse a través dela Carrera del Investigador. Aplicó en 2010 y logró, gracias a su perseverancia, ingresar en 2013.

Desde entonces, Érica comienza su jornada laboral diaria en el PLAPIQUI después de llevar a su hija al jardín maternal, alrededor de las 8 de la mañana.

Una vez en la oficina, redacta o corrige artículos, revisa trabajos de tesistas y participa de actividades del grupo de investigación.

El día laboral concluye alrededor de las 16, aunque muchas veces suele quedarse más tiempo: entonces le pide a alguien que cuide un rato a su hija.

Durante el proceso que significó llegar a ser investigadora, Érica subraya que tuvo “la suerte” de contar con personas que le enseñaron a amar lo que hace, a hacerlo con compromiso y vocación.

“Y cualquier trabajo que se haga con gusto resulta más sencillo de realizar”, agrega la investigadora.

“Quizás la parte difícil es cuando la administración de proyectos, la presentación a distintos subsidios y demás trámites necesarios e inherentes a la investigación te alejan de los laboratorios, lugar donde uno disfruta realmente de ´investigar´”, explica.

Para ella, ser investigadora es poseer el deseo continuo de saber más, y hacerse preguntas todo el tiempo.

“Ser investigador es plantearse y desarrollar nuevas hipótesis y teorías, y confrontarlas con investigaciones y teorías existentes.

Pero sobre todo, ser investigador es ser comunicador de los resultados de nuestra propia curiosidad”.

Cintia Kemelmajer